DIOS ESTÁ EN LOS DETALLES
Como bien dijo el Arquitecto autor del pabellón de Barcelona, Mies van der Rohe, “Dios está en los detalles”.
En realidad, y dependiendo del nivel de #attentiontodetail que impongamos en el proyecto y en la ejecución y dirección de las obras, en estos mismos detalles en forma de acabados podemos encontrar bien a dios o bien a su contrario en el subsuelo, el mismísimo diablo.
Los acabados son la parte más visible de cualquier renovación o reforma, y resulta básico prestar especial atención a esta última fase si queremos evitar abrir un portal hacia el infierno en plena visita de obra. Conceptos como la planeïdad, uniformidad o nivelado de superficies resultan básicos a tal efecto.
Hace unos días, en plena visita de obra, el parquetista me explicaba que el sentido de las lamas de parquet debía ser siempre el mismo que el de la entrada de luz a la sala. Este principio es igualmente aplicable a elementos como las placas de pladur en falsos techos, donde la junta sin rebaje deberá realizarse en esta misma dirección lumínica.
Aquello fue una auténtica master-class que yo titularía “Apología de la luz como aliada de la arquitectura” y un aplicación práctica del famoso “juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz” de Le Corbusier. Todos mis respetos.
Nunca debemos olvidar que un material de precio asequible, colocado de la forma adecuada, se convierte en un acabado de calidad.
A este respecto, si somos capaces de mejorar la calidad de un espacio sin generar un sobrecoste en la ejecución, hemos vencido como Arquitectos. Para eso están los acabados, para elevarnos o para mostrar nuestra mediocridad. En el segundo caso debemos aprender, y hacerlo rápido, por honestidad y por respeto a nuestro cliente.
Aquí os dejamos algunas imágenes de acabados que estamos ejecutando, con materiales de calidad media-alta, en una de nuestras obras de Barcelona.
Como siempre, y desde Arkat Studio Arquitectura, quedamos a vuestro servicio y al servicio de los detalles. #attentiontodetail #acabadosenobra.